sábado, 17 de abril de 2010

Dyonelio Machado: La crítica y lo que somos.



Acabo de leer El día de las ratas (Os Ratos, 1935) del escritor gaucho Dyonelio Machado. El libro es muy bueno, es sobre el día del personaje principal en busca del dinero –por diferentes formas y actitudes- para pagar el dinero al lechero, y además el momento en que los sentidos en la noche se apabullan en su ser y lo hacen recorrer todo su día, su presunto futuro y su sentir paranoico del tiempo que se diluye entre el sinrazón de la vigilia en la noche.

La edición de Adriana Hidalgo trae al final un extracto jugoso de una entrevista que el autor dio en 1981 para Fernando Paixão y Nelson dos Reis, donde deja un par de declaraciones muy interesantes y algunos comentarios sobre el momento en que escribió la novela y cuando se enteró que ganó el prestigioso premio Machado do Assis. Ante la pregunta ¿Y cómo ve a la crítica?, el autor de la ciudad de Porto Alegre –al sur del Brasil, lejos de la zona de identidad literaria de lo que normalmente se piensa de ese país inmenso, el sertón que tan bien describió en su gente y en su gusto João Guimarães Rosa- responde:


"La crítica entiende como quiere. No hay crítica buena o mala. La crítica es un momento, a veces del propio lector, otras veces por lo que está tomando fuerza como escuela, etc. La crítica es tremendamente subjetiva. Mire: Camões hizo aquella cosa maravillosa que es Los Lusíadas, y después vinieron unos alumnos de Coimbra e hicieron modificaciones, hicieron alteraciones sin sentido. De modo que la crítica para mí sólo tiene un valor: polemizar. Pero la crítica es buena cuando señala cosas."


Y me pareció una sentencia cabal, que está en el medio de aquellos que niegan a la crítica y aquellos que la alaban, me gusta el valor que le da a la esa actividad -Polemizar es muy importante, es casi el método socratico-, y el valor totalmente positivo de señalar cosas. Además, que la crítica sigue la corriente, para mí -que no sé demasiado de ello- es totalmente certero.

Pero la parte de la entrevista que más me llamó la atención y me gustó fue una parte donde le preguntan sobre si la muerte es mala, y a partir de su respuesta, llegamos a notar, otra vez, cuánto pesa la ficción sobre la vida misma. Dyonelio Machado dice en pocas palabras lo que otros dijeron en ensayos enteros o novelas enteras. A mí, sus palabras me suenan a una maravillosa simplificación de una corriente de pensamientos, esa que dice que todos somos una ficción:


"(…) Creo que todos nosotros somos simbolistas: nosotros no somos nosotros, somos una imagen de nosotros. (…)"


Estas simples palabras, que hacen que cada uno sea el símbolo que quiere representar de nosotros mismos, nosotros no somos mas que lo que contamos –en cualquier manera- sobre nosotros mismos.



5 comentarios:

Manuela dijo...

muy interesante la entrada!

Y. dijo...

La crítica...lo mejor es no tenerla en cuenta...

Todo es simbolismo!! :)

Georgia SinClaire dijo...

"somos imagen de nosotros"

tremenda frase!
Saludos.

Caiguar dijo...

A mí en lo particula me gusta mucho la crítica, tanto criticar como que me critiquen y los comentarios más crudos son los más enriquecedores del talento y los más amables son enriquecedores del ego, de cualquier manera se obtiene algo bueno de los dos.
Toda esta cuestion del simbolismo me recuerda a satre en esta cuestion existencialista en que debemos construirnos pero no con lo que piensen los demás, sino con lo que queremos ser.
SAludos, enriquecedor.
Seguiré pasando por aquí para meterle algunas monedas a la alcancía cultural.

g. dijo...

Otra:

"Hay una mímica que vive dentro de todos nosotros, cuaya función es ocultar nuestro verdadero yo al resto del mundo, aplicando más caras a nuestros rostros y utilizando con nuestros ademanes gestos de otros (...)"

John Hersey, el amante de la guerra, Ed. Compañía Fabril editora, pág. 349.