sábado, 12 de julio de 2008

Hacerlo de uno

Leí en el diario de hoy:
"sin celos no hay literatura", escribe Jorge Edwards hablando de un conflicto matrimonial...

Yo, realmente, cuando leí la frase esa: "sin celos no hay literatura" en realidad pensé en los celos de los críticos por los escritores y de los escritores por los críticos.
Se dice normalmente que el odio es mutuo. Aunque, hoy por hoy, yo pienso que la admiración es mutua. Por supuesto jode cuando alguien crítica algo tuyo y haciendo ese ejercicio hace que el texto sea de esa otra persona. "Adueñarse del texto" me decía alguien muy cercano, en las cercanías. Pero en ese juego uno tiene que ir encontrando nuevas formas de ver su trabajo. El escritor va leyendo en la crítica no lo que él quiso escribir, sino lo que otros pueden leer.
¿Qué es un crítico? Solo es otro lector.
¿Qué es un escritor? Solo el creador, pero nunca el dueño.
Son las dos caras de la moneda, que no por eso no va a haber ningún punto ríspido entre esos dos
contrapuntos. Por ejemplo citas de dos grandes.

La pereza mental, el no saber juzgar sino conforme a precedentes, es lo más propio de los que se consagran a críticos.
Miguel de Unamuno, Tres novelas ejemplares y un prologo.

Al parecer a Miguel de Unamuno le habían caído duro en sus textos. No conozco por lo general como era la crítica en los primeros años del Siglo XX, y menos con las obras del narrador vasco, rector de Salamanca y demás títulos que fue ganando con el correr del tiempo. Tal vez desde esta frase se pueda llegar a ver desde otro ángulo el concepto de nivola, que flota en ese prologo y que se lee en "Niebla". Es un neologismo (Un viejo neologismo) para que sus ficciones narrativas no recaigan en la novela realista que tanto se usaba en su época. Desde otro punto de vista, puede ser una trampa para que no se lo pueda criticar como novela, sino como un género de una persona, un género nuevo. Su propio género. Ahí, suponiendo bondadosamente, Unamuno genera un reto para el crítico; lo hace ir más allá de lo visto antes.


... Pero los policías son como los críticos literarios: ven poco y, en lo poco que ven, casi siempre se equivocan.
Philip Roth, Zuckerman Encadenado.

Ahora tenemos esta cita de Roth, donde se compara a personas que ven poco. En realidad, Zuckerman estaba muy enojado en esa novela cuando dispara la frase. Todos lo odiaban. La crítica siempre lo desdeño por lo vulgar y exítosa de su novela "Carnosky"; su familia lo odiaba porque leía su vida en un libro. El pueblo judio lo detestaba porque se desdeñaba a la comunidad. Pero a decir verdad, más allá del alterego de Roth, a Roth los críticos lo aman. Lo ama Harold Bloom: Nombrandolo uno de los cuatro grandes norteamericanos del Siglo XX. Aunque los críticos en Roth ven bien casi siempre y ven bien lejos.
Dos autores extraordinarios juntos por citas hablando de una manera algo desdeñosa sobre la crítica. Dos autores, uno autor de la idea, otro autor de las historias. Esto no lo dije yo, lo estoy diciendo ahora, todos somos críticos hasta la gente que dice odiar a la crítica. La crítica es tan necesaria como los rectores en los exámenes. No son los parámetros, no es la verdad absoluta, pero son necesarios.
La última pregunta es ¿Existe alguna verdad absoluta en la literatura? Mi respuesta es que no. Pero decir no también es ser absoluto. Así que mejor la dejo flotar, hasta que la respuestas vuelva a mí. Ya que decir esto para mí es como intentar demostar que las personas pueden cambiar de idea, teniendo el valor de decirlo en público.

GCP. 13 de Julio de 2008; 19:19.

2 comentarios:

l dijo...

Es claro que los autores nunca nos van a permitir, ni van a aceptar, que nosotros también creamos.

Es una creación a la segunda, eso te lo concedo.
Creamos sobre lo creado.

Nos hace, tal vez, menos contadores de historias. Pero no nos hace menos creadores. Ni menos ingeniosos. Ni menos originales.

Nos hace un poco más completos. Porque somos creadores Y lectores.
Y allí comienza la guerra.

(Me gusta cómo está armado. Bienvenido.)

g. dijo...

No voy a discutir nada, simplemente porque estoy de acuerdo.
No vale la pena guerrear si después no te podes amigar, no vale la pena hacerte enojar si no puedo ver tu cara de enojo.
Y más allá de ese apunte: Son ambas caras de la moneda, se expresa en sus dos facetas. Crea cuando crítica; pero ahí es escritor.
En realidad nunca me fuí...